El fin de semana, el primer mandatario volvió a admitir que Bolivia no tiene los recursos económicos de antes por la venta de gas; por lo tanto, el Gobierno no tiene la capacidad para atender las demandas de los diferentes sectores.
Los puntos referentes a la estabilidad laboral y la persecución y acoso laboral ya habrían sido solucionados en la mesa de negociación de ayer, pero aún faltan otras ocho demandas para que las protestas se levanten.
La Alcaldía de La Paz reprochó que la dirigencia sindical, con apoyo de la COD, pida a los trabajadores ediles no ir a trabajar en plena emergencia municipal por los desastres que causaron las lluvias.
El primer punto de bloqueo se instaló en la salida de Punata y se extiende hasta el cruce de Tolata; los choferes acomodaron sus vehículos sobre la vía para inutilizarla.
El burgomaestre paceño resaltó que la ciudad sufrió una alteración de sus ríos y cuencas por la acción irresponsable de los loteadores y avasalladores que alteraron los suelos para venderlos como futuros lugares habitacionales.
Cada línea cuenta con alrededor de 50 y 80 vehículos que presta el servicio de transporte público; ahora tendrán que afiliarse a otros sindicatos para seguir trabajando.
Vecinos del lugar reportaron que el agua ingresó a varias calles, incluso muchos no tienen el servicio de energía eléctrica por la caída de los postes.
El diputado Reyes y el exprocurador Chávez pidieron al alcalde que asuma la decisión porque los vecinos necesitan mucha ayuda tras la inundación del río Achumani.
El burgomaestre indicó que tienen más de 400 personas desplazadas, además de maquinaria, trabajando en las tareas de limpieza de las calles y avenidas inundadas.
El mes pasado, el municipio beniano de Rurrenabaque también ingresó a un paro cívico, tras dos días de bloqueo de carreteras, en demanda de solución al desabastecimiento de carburantes.